Todo lo que necesitas saber sobre la Segunda Edad

Con Los Anillos del Poder, la división de producción cinematográfica de Amazon se ha enfrentado a un gran desafío. Solo por los derechos (bastante limitados) se pagaron 250 millones de dólares, además se comprometió a realizar cinco temporadas, lo que elevó la suma de la inversión a al menos mil millones de dólares. ¡Y todo eso antes de que se emitiera un solo episodio!

Pero la mayor aventura podría ser la historia misma. A diferencia de El Hobbit o El Señor de los Anillos, que se centran en la Tercera Edad, la serie gira en torno a la Segunda. Aunque también aparecen algunos personajes conocidos, este período no es tan famoso como la Tercera Edad, aunque Tolkien lo describió con bastante detalle. Por eso pensamos: Sí, ¿por qué no resumir los hechos más importantes sobre la Segunda Edad en un artículo?

Melkor fue el gran villano de la Primera Edad. Pero su sirviente más importante fue Sauron, quien en consecuencia desempeñó un papel clave en tres de las cuatro edades conocidas de la Tierra Media.

La Segunda Edad es muy larga, 3.441 años para ser exactos. Comenzó con la victoria sobre Morgoth en la Guerra de la Cólera. ¿Morgoth? ¿Guerra de la Cólera? Hmm, parece que no podemos evitar hablar de la Primera Edad. En resumen:

El gran villano de la Primera Edad fue Melkor, un Vala rebelde que se rebeló contra Ilúvatar (el creador de los Ainur, los Elfos y los hombres) convirtiéndose así en el origen de todo mal. Para hacerlo aún más confuso, Melkor más tarde fue conocido bajo otro nombre, lo cual no es raro en la historia de la Tierra Media. De todos modos: bajo el nombre de Morgoth, el malvado fue a la guerra contra los Elfos y los hombres. Su sirviente más poderoso fue Sauron, un Maiar caído. Después de la derrota de su maestro, Sauron permaneció inactivo durante unos 1.000 años antes de dirigirse a Mordor y comenzar la construcción de su fortaleza, Barad-dûr.

Como legítimo sucesor de Melkor, alias Morgoth, Sauron, como es su costumbre, disfrutaba subyugando todas las tierras y expandiendo su poder. Para esto necesitaba aliados. Entre los humanos, el astuto y persuasivo villano lo tenía fácil (hablaremos más de esto en breve), pero los Elfos eran otra historia. Para ganar su confianza, tomó la forma de una hermosa criatura similar a un elfo y se llamó a sí mismo Annatar, que significa "Señor de los Regalos". Se presentó como un enviado de los Valar y comenzó a forjar los Anillos del Poder junto con los Elfos.

La habilidad de forjar la aprendió Sauron de su anterior maestro Aulë, uno de los principales artífices de Arda (es decir, del mundo entero, que incluye también la Tierra Media). Y Sauron era un maestro herrero. En la forma de Annatar, comenzó a enseñar a los Elfos y juntos crearon las herramientas mágicas más poderosas de la Tierra Media. Pero como todos sabemos, la historia no terminó ahí. En secreto, Sauron forjó en los fuegos del Monte del Destino un Anillo Maestro, con el cual podría gobernar todos los otros anillos.

Lástima que Sauron no fuera el único que fabricaba anillos mágicos en secreto. Los Elfos al final no eran tan confiados como parecía al principio. Aunque inicialmente trabajaron exclusivamente bajo la dirección de Sauron, después de su regreso a Mordor, el famoso Celebrimbor – responsable, entre otras cosas, de la inscripción en la Puerta Oeste de Khazad-dûm – se dedicó a forjar tres anillos propios: Narya, Nenya y Vilya. Esto resultó ser una muy buena decisión, ya que estos anillos élficos nunca estuvieron bajo el poder del Anillo de Sauron.

Sauron entregó los Nueve Anillos a poderosos reyes de los hombres, que cayeron bajo el poder del Único Anillo y se convirtieron en Espectros del Anillo.

Cuando los Elfos liderados por Celebrimbor descubrieron la traición de Sauron, este reclamó todos los Anillos de Poder para sí mismo. Se apoderó de los Nueve Anillos y algunos de los Siete Anillos de la manera habitual: con violencia. Con esto, el siguiente paso fue la expansión de su poder. Para ello, entregó los Nueve Anillos a grandes reyes, magos y guerreros de los hombres, quienes se transformaron en esclavos sin voluntad: los Nazgûl. Con los enanos, sin embargo, el plan no funcionó, porque eran – no hay otra forma de decirlo – demasiado obstinados para ello. Al final del artículo, hay algo más sobre la vida de los enanos.

Como Celebrimbor se negó a entregar los anillos élficos a Sauron, este último reunió un gran ejército e invadió Eregion. Gracias a sus excelentes relaciones con los enanos de Khazad-dûm y otros Elfos de Lindon, los Elfos pudieron formar un ejército, pero no pudieron resistir el poder de Sauron. Todo terminó en la completa devastación de Eregion. Entre los Elfos supervivientes estaba Elrond, quien posteriormente fundó el refugio de Imladris, que hoy conocemos como Rivendel. (¿Mencionamos que los nombres diferentes para la misma cosa son comunes en la Tierra Media?) Otros supervivientes huyeron a través de los túneles de Khazad-dûm hacia Lothlórien, pero los enanos cerraron sus puertas, impidiendo que Sauron siguiera persiguiendo a los supervivientes – y por ende a los anillos élficos.

Sauron alcanzó el cenit de su poder y se autoproclamó – ¿por qué no? – Rey de los Hombres, atrayendo la ira de los orgullosos reyes de Númenor. Y ellos eran bastante importantes.

¿Qué es Númenor? Es una isla que al comienzo de la Segunda Edad fue elevada del mar por los Valar. El gobernante de la ciudad homónima era Elros, el hermano gemelo de Elrond. Los númenóreanos, que en eras posteriores se conocieron más comúnmente como Dúnedain, eran descendientes de los Edain, es decir, los hombres que llegaron a Beleriand en la Primera Edad y se aliaron con los Elfos. No era una amistad que se rompiera al primer signo de problemas, resistió incluso una guerra. Los Edain apoyaron a los Elfos en su lucha contra Morgoth, y como agradecimiento recibieron un nuevo hogar fuera de la Tierra Media, la isla de Númenor.

Aquí todo funcionaba perfectamente! Los númenóreanos se establecieron tranquilamente, se convirtieron en grandes marineros, comerciaron con los hombres de la Tierra Media y más. Todo podría haber sido maravilloso! Sin embargo, los hombres de Númenor también querían más. Empezaron a fundar sus propios reinos en la costa oeste de la Tierra Media y ansiaron la inmortalidad – durante este tiempo Sauron se concentró en el Este de la Tierra Media. Eventualmente, el conflicto se volvió inevitable. Los númenóreanos se aliaron con los Elfos y lograron, como antes con Morgoth, repeler a Sauron.

Podría haber sido, una vez más, el fin de Sauron. Pero en lugar de deshacerse del villano irreformable, los númenóreanos lo mantuvieron prisionero. Y dado que Sauron no solo era astuto sino también increíblemente encantador, logró seducir al rey de Númenor. Incluso se convirtió en su consejero y llevó a los númenóreanos a adorar a Morgoth y rebelarse tanto contra los Elfos como contra los Valar. En resumen: Númenor se atrevió a invadir Valinor con una enorme flota y atacar a los poderosos Valar para arrebatar por la fuerza la inmortalidad tan ansiada. Sin embargo, el plan fracasó estrepitosamente y como castigo Ilúvatar hundió toda la isla de Númenor en el mar.

Númenor desapareció de la faz de la tierra, pero hubo sobrevivientes. Entre ellos estaba Elendil (un nombre que los fans de El Señor de los Anillos deberían reconocer), quien escapó a la Tierra Media y allí fundó los reinos exiliados de Gondor y Arnor. El cuerpo de Sauron fue destruido, pero no su espíritu; perdió entonces la capacidad de cambiar libremente de forma. Huyó de nuevo a Mordor, donde al parecer todo estaba aún bajo control. Al menos para él, no para el resto de la Tierra Media. ¿Y qué hace un Señor Oscuro cuando un hermoso nuevo reino surge ante sus propias puertas? Claro, ¡atacar! Y así se desencadenó el ataque a Gondor.

Solos, los hombres bajo Elendil y su hijo mayor Isildur no habrían tenido oportunidad, pero se unieron a los Elfos, liderados por Gil-galad, formando así la famosa Última Alianza. Lo que sucedió después es conocido: Sauron fue derrotado, aunque tanto Gil-galad como Elendil cayeron en la batalla. Isildur, por su parte, logró cortar el Único Anillo de la mano de Sauron usando los fragmentos de Narsil, acabando con su vida, aunque solo aparentemente. Y como Isildur decidió quedarse el Anillo, el Señor Oscuro continuó existiendo. Pero esa historia ya la conoces…

La Segunda Edad termina con la famosa Última Alianza, también destacada en el famoso prólogo de la película El Señor de los Anillos.

Generó acaloradas discusiones entre algunos fans: la princesa enana Disa, que no aparece en las obras de Tolkien. Nosotros esperaremos a ver la serie antes de emitir un juicio y estamos emocionados de aprender más sobre los Enanos. (Imagen © Ben Rothstein/Prime Video)

Sabemos que los Enanos desempeñarán un papel más importante en la serie Los Anillos del Poder, por lo que unas palabras sobre nuestros ágiles corredores. En la Segunda Edad, muchos Enanos se trasladaron a Khazad-dûm. Desde El Señor de los Anillos conocemos la ciudad subterránea solo como una tumba espeluznante, repleta de Orcos y peores cosas. Pero en la Segunda Edad, Khazad-dûm era un próspero centro económico. El rey de los Enanos era entre otros Durin III, que tenía una estrecha amistad con los Elfos de Eregion. En general, la relación entre ambas razas era muy distinta en comparación con la Tercera Edad.

Como ya se mencionó, Sauron intentó someter a los reyes enanos con los Siete Anillos del Poder, pero ni siquiera el Señor Oscuro podía hacer nada contra la terquedad de los Enanos. Así, los anillos enanos finalmente jugaron un papel bastante secundario, no alargaron la vida de sus portadores, ni estos se convirtieron en Espectros del Anillo como los hombres – lo que incrementó aún más el odio de Sauron hacia los Enanos. De los siete anillos, Sauron solo pudo recuperar tres, mientras que los otros cuatro fueron destruidos por el fuego de dragón.

Por lo demás, los Enanos apoyaron a sus amigos Elfos cuando se presentó la oportunidad. Cuando Sauron atacó Eregion, Durin III envió una fuerza de combate, sin la cual Elrond probablemente no habría sobrevivido. Después de la destrucción de Eriador, sin embargo, los Enanos se retiraron completamente a sus minas – y se quedaron allí. Incluso en la guerra de la Última Alianza, solo participaron unos pocos Enanos.